Con una mediana de edad de 44 años, Puerto Rico es el séptimo país más envejecido del Mundo donde cerca del 40% de la población es mayor de 50 años y los mayores de 60 ya son el 27%, según el Censo de EU. Esta tendencia exige una visión innovadora de desarrollo social y económico de parte del gobierno, de la empresa privada y del sector comunitario. Estudios de AARP indican que el discrimen por edad (edadismo) se manifiesta a partir de los 40 años y es el mayor obstáculo para que Puerto Rico responda a las necesidades y oportunidades de desarrollo que presenta su realidad poblacional.
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“Es ante esta coyuntura de envejecimiento acelerado y en mayo, Mes de los Adultos Mayores, que AARP PR lanza la campaña ‘Mi Vida la Defino Yo’, para enfrentar y desenmascarar las manifestaciones de edadismo que afectan todos los aspectos de vida de los mayores”, expresó José R. Acarón, director estatal de AARP PR. De paso, denunció que “el edadismo es un discrimen tan serio como el racismo o el sexismo, pero se trata como si fuese algo normal porque está tan arraigado social y culturalmente, y por eso subrayamos que las personas mayores tienen derecho a definir sus vidas sin intromisiones de otras generaciones. Igualmente, la gente mayor bajo ninguna circunstancia vuelve a ser niños como muchos aseguran.” Acarón señaló que el edadismo lo vemos en los medios, en comedias, las cortes, nuestra legislatura, en los trabajos, en los servicios de salud y hasta en el hogar. “Es por esto que con el mensaje de nuestra campaña queremos que todas las generaciones se den cuenta de este discrimen que pasa inadvertido, con estos ejemplos cotidianos de edadismo”: ‘Me dicen que ya me debo retirar; ‘Mis familiares quieren tomar decisiones por mí’; ‘Quieren controlar mi dinero y mis recursos’; ‘Me quieren quitar la licencia de conducir’; ‘Piensan que soy blanco fácil para las estafas’; ‘A mi edad no puedo enamorarme ni vestirme como yo quiera”; ‘Dicen que no puedo aprender cosas nuevas’.
Asimismo, puntualizó que el edadismo es el causante de la mayor parte de los males sociales que afectan a las personas mayores:
- puede provocar depresión y afectar la salud mental,
- crea barreras para el acceso a los servicios de salud,
- provoca aislamiento social,
- crea discriminación laboral,
- Es la raíz del maltrato hacia las personas mayores,
- y promueve la explotación financiera.
Otra manifestación común de edadismo es cuando ‘chiquitean’ e infantilizan a las personas mayores, particularmente entre los proveedores de servicios de todo tipo incluyendo los de salud. “Tristemente, el edadismo presente en la sociedad promueve la infravaloración de la persona mayor, lo cual provoca un autoedadismo donde la gente se autolimita por la edad (ya estoy viejo para eso)”. Cabe señalar que una persona con edadismo autoinfligido puede tener una expectativa de vida entre 7 a 8 años menos que uno que uno que vive plenamente, según estudios de AARP.
Por otro lado, un estudio local de AARP entre personas de 45 años o más reveló lo siguiente:
- El discrimen por edad ya se comienza a sentir a partir de los 40 años, especialmente en el ambiente laboral entre los 40 y los 50 (43%).
- La gente que ha experimentado discrimen es más propensa a internalizarlo y tener una visión negativa del envejecimiento (68%).
- Un 83% de los participantes creen que la fuerza laboral madura encara discriminación en su lugar de trabajo,
- El 74% están de acuerdo en que la sociedad está dirigida con una perspectiva de juventud.
- En el ámbito de los servicios, los participantes indicaron que están más propensos a ser tratados diferente por su edad en la industria de la tecnología (42%), seguido por la banca, la prestación de servicios de salud y los deportes (todas con 36%).
- Los elementos para una visión positiva del envejecimiento mencionados por los participantes fueron: tener propósito de vida; que la gente no debe permitir que la edad defina cómo viven; que es un privilegio ser un adulto mayor y sentir que la vida tiene más posibilidades con la edad, entre otros.
En términos de la estrategia de concientización sobre el edadismo, el director estatal de AARP PR detalló que se pondrán en acción varios esfuerzos de manera que las personas de todas las edades reconozcan el problema del discrimen por edad o edadismo. “Reconocer el discrimen por edad es el primer paso para promover acciones en nuestra sociedad que nos ayuden a reducirlo, y nuestros esfuerzos comprenderán una gama de ejecuciones incluyendo: entrevistas, contenido en radio, televisión, prensa y redes sociales”.
El director estatal de AARP PR también sostuvo que “a largo plazo, nuestro objetivo es promover la adopción de un plan de país con mejor integración generacional, reducir el discrimen por edad y concientizar sobre su inmenso costo social”, Asimismo, subrayó que “nuestra meta es visibilizar las aportaciones de las personas mayores en nuestra sociedad y cabildear por la ejecución de la Ley 121 de 2019, la nueva política pública de avanzada en favor de las personas mayores, a la cual le hemos sometido varias enmiendas para agilizar su proceso de ejecución”.
AARP es la organización sin fines de lucro, no partidista, más grande de Estados Unidos, dedicada a facultar a las personas de 50 años o más para que puedan escoger cómo viven a medida que envejecen. Con casi 38 millones de socios y oficinas en cada estado, el Distrito de Columbia, Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses, AARP trabaja para fortalecer las comunidades y lucha por los asuntos de mayor importancia para las familias, con enfoque especial en la seguridad de la salud, la estabilidad financiera y el bienestar personal. En AARP Puerto Rico enfocamos nuestros esfuerzos en crear una sociedad puertorriqueña sin prejuicio por edad, que reconozca el rol de los adultos mayores, así como su aportación social y económica.