¿Cómo identificar un ataque de pánico y diferenciarlo de otras afecciones?

De acuerdo al portal español TOPDOCTORS, los ataques de pánico son “episodios de miedo o ansiedad repentinos intensos, acompañados de síntomas físicos que puede alcanzar su punto máximo en cuestión de minutos. Pueden durar segundos u horas, pero la mayoría duran de 5 a 20 minutos”.

El ataque de pánico puede aparecer de la nada, como una nube negra que se posa, sin previo aviso, sobre la persona que lo padece. Este episodio suele ser tan fuerte que podría llegar a confundirse con un ataque cardíaco, esto también se debe a que las dos afecciones tienen síntomas en común.

Síntomas de los ataques de pánico

Lo primero que identifica un ataque de pánico es el sentimiento extremo de miedo y ansiedad, pero también van acompañados de síntomas físicos que a continuación mencionamos:

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-Frecuencia cardíaca acelerada o palpitaciones.

-Hiperventilación.

-Sudoración.

-Convulsiones.

-Entumecimiento.

-Dolor en el pecho.

-Mareos.

-Náuseas.

-Sensación de ahogo.

-Miedo intenso a que algo malo vaya a pasar (por ejemplo, la muerte).

Pero… ¿Qué origina un ataque de pánico?

En función de lo señalado en el citado portal médico, los ataques de pánico están causados básicamente por el hecho de que el cuerpo entra repentinamente en “modo de lucha o huida” y se inunda de adrenalina. Esta respuesta de lucha o huida se desencadena por el repentino comienzo del miedo.

Ahora bien, lo que motiva ese miedo es más difícil de explicar. En algunos casos los motivos son las fobias, las circunstancias emocionales o las situaciones de estrés.

Así mismo, las personas que sufren otras afecciones como trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastorno obsesivo compulsivo (TOC), hipertiroidismo, trastorno de ansiedad social y depresión suelen sufrir de ataques de pánico en consecuencia de esos padecimientos.

Si usted sufre ataques de pánicos lo ideal es que acuda a un especialista, nos referimos a un psiquiatra que pueda encontrar la causa de este suceso y, si el caso lo amerita, recetar medicamentos y recomendar el uso de terapia cognitivo conductual, la cual también puede ser practicada por un psicólogo.