El paso de otro huracán dejó destrozos en el país, volvió a debilitar la ya maltrecha infraestructura social y reavivó en muchas personas sentimientos de miedo, tristeza, coraje, incertidumbre e impotencia.Atender esas emociones es necesario si no queremos cargar con otro trauma que lacere aún más nuestra salud mental y física, advierte Lourdes Ortiz Berríos, trabajadora social y coach certificada de Focusing en Puerto Rico.”Necesitamos descubrir que hay herramientas a nuestro alcance.
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Además de los sistemas de apoyo psicológicos, psiquiátricos y de asistencia como la Línea PAS, hay prácticas que podemos complementar para aliviarnos y actuar con serenidad ante la situaciones que se nos presentan”, comentó Ortiz Berríos. No hacerlo es exponernos a una retraumatización.
La práctica del focusing es una de esas alternativas que enseña a escuchar al cuerpo para atender las emociones. El concepto lo propuso el psicoterapeuta e investigador Eugene Gendling, quien concluyó que la memoria del cuerpo acumula las emociones y las traduce en sensaciones que podemos atender. La propuesta trasciende la práctica tradicional de atender las situaciones de la vida desde la mente, sino de comprender el cuerpo-mente como un todo o, como le llama Ortiz Berríos, senti-pensar.
”Quienes vivimos desde la filosofía del focusing aprendemos a estar en conciencia de lo que vamos viviendo y de lo que vamos sintiendo con relación a eso”, explicó la autora del libro Atrévete a Vivir Plenamente, donde ofrece ejercicios para trabajar lo que en focusing se conoce como la “sensación sentida”.La sabiduría del cuerpoPor eso, quienes lo practican dicen que el cuerpo tiene sabiduría.
“El cuerpo nos ofrece la oportunidad de escuchar desde un nivel de conciencia profundo aquello que vamos sintiendo con relación a todo”, afirmó la tallerista. Esto funciona para atender distintos eventos traumáticos, situaciones familiares, de trabajo, salud, entre otros.
“Es una manera que tú te escuchas y haces conexión con tu esencia, con lo más auténtico de ti”, añadió.Los ejercicios de focusing incluyen una serie de pasos que pueden seguirse ya sea con el acompañamiento de un instructor o de manera individual, una vez se han comprendido su objetivo y proceso. Mediante la práctica, la persona saca un espacio en solitario – un espacio de pausa - y dedica unos minutos a reconocer, descubrir, conectar y acoger la sensación.
“Cuando las personas atendemos eso, ocurre un cambio”, dijo.
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Puedes acercarte a la práctica de focusing siguiendo estos pasos:Busca un lugar tranquilo, sin interrupciones.
Siéntate en una postura cómoda, cierra los ojos y toma respiraciones profundas.Recorre el cuerpo sintiendo cada parte
.Haz una lista de preocupaciones y colócalas mentalmente fuera de ti, mientras sigues respirando.
Espera que venga la sensación del cuerpo con relación a la situación que estás viviendo.
En la parte del cuerpo que identifiques la sensación, descríbela: ¿cómo es?, ¿a qué se parece?Una vez que la reconoces y recibes, hazle preguntas a la sensación: ¿qué es lo peor de todo esto? ¿Qué mensaje tienes para mí? ¿Qué necesito atender de mi vida con relación a lo que expresa la sensación?Espera la respuesta del cuerpo con paciencia.Permítete sentir el cambio interior.
Luego, agradece lo que haz sentido.
Es recomendable sacar espacios de pausa diarios, que pueden ser de hasta 10 minutos. Puedes acercarte a un primer ejercicio aquí:
