Siendo las enfermedades cardíacas la causa principal de muerte en el mundo, la prevención es esencial para evitar que más personas se sumen a las estadísticas.
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La Escuela de Medicina de Harvard recomienda dos (poco escuchadas) prácticas para promover la salud cardiovascular. Entre estas, priorizar el sueño.
Y es que dos de los problemas relacionados con el sueño que afectan a muchas personas (la privación de sueño y la apnea del sueño) se han relacionado con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.
Los estudios han concluido que una mala calidad de sueño podría aumentar el riesgo de sufrir una serie de problemas de salud, como la presión arterial alta, colesterol alto, los triglicéridos altos, destaca Harvard.
Asimismo, que el estrés que viven cotidianamente las personas juega un papel importante en los síntomas y resultados cardiovasculares, particularmente en el riesgo de ataque cardíaco.
De igual forma, las situaciones de salud mental como la depresión, la ansiedad, la ira, la hostilidad y el aislamiento social.
‘‘Las investigaciones indican que el estrés constante contribuye biológicamente a los factores de riesgo de enfermedades cardíacas, como la presión arterial alta y la formación de depósitos que obstruyen las arterias. Otra investigación encuentra que el estrés crónico puede dificultar dormir, comer bien, dejar de fumar y hacer ejercicio’', señala.
La Escuela de Medicina exhorta a las personas a mejorar sus hábitos de sueño, promover la salud mental y visitar a los especialistas en el tema.
