Dropshipping es un tipo de e-comercio en el cual un pequeño empresario vende al detal mercancías producidas por manufactureros internacionales, sin tener que invertir en el montaje del negocio.
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En esta cadena de distribución virtual, se establece una relación directa entre vendedor y suplidor con el consumidor en el trasfondo. El vendedor ofrece el producto en la Web a precio al detal, cobra y paga al suplidor con precio de mayorista. Lo que sobra es ganancia, igual que en las tiendas reales. De ese modo, el pequeño empresario ahorra los costos de adquirir grandes inventarios, de envió y almacenaje. Y mejor aún, los altos gastos de diseñar, patentizar y manufacturar el producto.
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La responsabilidad principal del vendedor(a) en este tipo de comercio en línea es administrar una tienda virtual dinámica y asegurarse de que se entregue a tiempo la mercancía que negocia con sus clientes.
En un escrito anterior expliqué como montar una tienda en la Web y opciones para diseños de tiendas electrónicas con sus plantillas ya codificadas.
Detalles técnicos del dropshipping
Tiene sus pros y sus contra. Las ventajas incluyen que no se requiere una gran inversión para arrancar. El empresario(a) dedica más sus energías a captar clientes nuevos y menos en manejo de inventario y logística de distribución. Sólo se invierte en el montaje para el portal de ventas. Con las experiencias adquiridas, el crecimiento de la empresa es controlado, pues se comienza pequeño y crece paso a paso. Por ejemplo, si un producto particular tiene mucha demanda, entonces esa mercancía se adquiere en mayor volumen y a menos costo.
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No obstante, dropshipping tiene sus desventajas. El margen de ganancia es mucho menos en cada unidad. Hay que levantar mucho volumen para lograr rentabilidad. Y hay menos control del negocio en cuanto a las fechas de envió y garantías en la calidad de los productos. Tampoco hay exclusividad de territorio de ventas.
Tecnicismos
Hay miles de productos disponibles en todas partes del mundo, los más en China. Los de mayor demanda son ropa, salud y entretenimiento. En este enlace se pueden ver algunos: Dobba.com/hot-products/
El consumidor es el que paga los costos de envío mediante transferencia electrónica. El vendedor envía la orden al distribuidor con su pago. En las facturas y embalaje del envío, solamente aparece el logo o nombre de la tienda virtual. El consumidor nunca se entera de la existencia del suplidor.
Casi siempre, la diferencia entre el precio de mayorista al detal es de 10% al 20%, el llamado markup o comisión de venta. Entre los portales para este tipo de negocio, dos de los más ágiles son Shopify y 3DCart. Sus tecnologías permiten vender mercancías desde múltiples suplidores. Es decir, si un producto está lento en las ventas, hay ofrecimientos alternos.
Lo importante al lanzarse en una aventura de negocio virtual, es contratar con un suplidor responsable, con seguridad de pago y que no falle en sus envíos a tiempo. Huya de suplidores fatulos que cobran porcientos ridículamente bajas o no cobran por hacer negocios con ellos. Los mayoristas en línea genuinos regularmente cobran una tarifa de $2 a $5 por manejos de ordenContrate con varios a la misma vez, a ver cual le conviene a largo plazo.
Esta columna expresa solo el punto de vista de su autor. Rafael Matos es periodista y profesor de multimedios. Puedes contactarlo a través de cccrafael@gmail.com.