Otra vez Puerto Rico atestigua un magnífico espectáculo musical a cargo del laureado cantautor Juan Luis Guerra y su mítica banda 4.40, que recoge el folclor dominicano, la alegría y el sabor del género tropical.
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La memorable velada que presentó el pasado sábado —a casa llena— en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, estuvo inspirada en sus más recientes álbumes “Entre Mar y Palmeras” y “Privé”.
Guerra hizo un recorrido por sus grandes éxitos, tales como “Rosalía”, “La Travesia”, “La llave de mi corazón”, “Vale la pena”, “Como yo”, “Kitipun”, “Pambiche de novia” [dedicada a su esposa], “El farolito”, “Visa para un sueño”, “La bilirrubina”, “El Niágara en bicicleta” y “Las avispas”, entre muchos otros temas, vestidos con exquisitos arreglos musicales.
Como recordará, “Entre el mar y las palmeras” también es el título homónimo del concierto-documental “Entre Mar y Palmeras” que se transmitió por HBO, con visuales de las exuberantes playas de la República Dominicana como la Playa Esmeralda donde se filmó el documental, que repasa lo mejor de su carrera artística.
Uno de los momentos más emotivos de la noche se suscitó cuando interpretó la emblemática canción “Ojalá que llueva café”, con un arreglo musical estilo balada, la cual dedicó a su amigo Draco Rosa y a quien invitó personalmente a presenciar la función. Otro de sus invitados especiales fue el salsero boricua Gilberto Santa Rosa, quien se disfrutó el concierto en primera fila.
Esta fiesta musical también incluyó la celebración de las tres décadas de su icónico disco “Bachata Rosa”, con el cual ha cautivado a millones de personas alrededor del mundo.
La producción a cargo de Loud And Live no escatimó en apoyar la propuesta con avanzada tecnología, luces y sonido, diseñados exclusivamente para la gira.
El músico y productor manifestó su agradecimiento al pueblo puertorriqueño por el cariño y el respaldo durante toda su excelsa trayectoria artística.
Como de costumbre, la veteranía del maestro en la palestra musical y la química con su banda, produjo efusividad y una conexión incomparable con su público, audiencia que mantuvo cautiva y animada de principio a fin.