El calentamiento global está cambiando muchos aspectos del mundo, incluida la Navidad y cómo la celebramos. Estudios recientes realizados en Estados Unidos han documentado una reducción de las nevadas el 25 de diciembre en comparación con décadas anteriores.
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Según un análisis realizado en diciembre de 2022 por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), ha habido sutiles diferencias en la cantidad de nevadas entre el periodo 1981-2010 y 1991-2020, con una tendencia general a la baja.
La NOAA subrayó que estas diferencias entre los periodos analizados son coherentes con la realidad del calentamiento a largo plazo: “Más áreas experimentaron disminuciones en sus posibilidades de una ‘Blanca Navidad’ en comparación con las que experimentaron aumentos”.
Otro estudio de la Universidad de Arizona, EE.UU. realizado a finales de 2021, reveló que de 1981 a 1990, alrededor del 47 % del territorio estadounidense tenía nieve en el suelo en Navidad con una profundidad media de 8.8 centímetros. Sin embargo, de 2011 a 2020, la nieve cubrió solo el 38 % del país el 25 de diciembre, con una profundidad media de 6.8 centímetros.
Ante estas cifras y posibles tendencias, se prevé que el futuro pueda cambiar el paisaje e incluso la esencia de la Navidad en algunas partes del mundo que estaban acostumbradas a que fuera blanca y con importantes cantidades de nieve cubriendo el suelo y los árboles.
“Lugares que actualmente experimentan las tradicionales maravillas invernales podrían transformarse en paisajes más moderados y sin nieve, alterando las pintorescas escenas que asociamos con la época navideña”, explicó a Metro Georgina Caro, experta en ecología, coach en sostenibilidad y fundadora de Gypsy Soul, un blog de vida ecológica que abarca el estilo de vida simple y minimalista.
Sin embargo, la disminución de las nevadas en Navidad no solo afecta a los paisajes y a las actividades relacionadas con la nieve.
“Las nevadas y la nieve/hielo en el suelo tienen un impacto sustancial en nuestra vida diaria”, afirma Xubin Zeng, científico atmosférico de la Universidad de Arizona que lleva años estudiando los distintos patrones de nevadas en Estados Unidos.
La disminución de las nevadas también puede plantear problemas en cuanto a la disponibilidad de agua, afectar a determinados ecosistemas e incluso provocar un aumento de la radiación en algunas zonas del planeta.
Por lo tanto, el impacto de la disminución de las nevadas en algunas partes del planeta podría tener importantes repercusiones climatológicas e incluso socioeconómicas.
“Esta disminución modificará los intercambios de energía, agua y carbono entre la atmósfera y la tierra, afectando tanto al tiempo como al clima, incluidos los fenómenos extremos. Esto, a su vez, tendrá importantes repercusiones socioeconómicas”, añadió Zeng.
Pero, ¿todavía podemos hacer algo para preservar una “Blanca Navidad”? El especialista en sostenibilidad sugiere adoptar prácticas sostenibles en nuestra vida cotidiana y ser conscientes del impacto ambiental de nuestras acciones.
“Sensibilizar sobre el impacto ambiental de nuestras acciones y fomentar los esfuerzos colectivos para reducir la huella de carbono puede desempeñar un papel fundamental en la preservación de los aspectos tradicionales de la Navidad para las generaciones futuras”, concluyó Caro.
4 preguntas a Xubin Zeng:
¿Qué despertó su interés por examinar las cantidades de nieve caída?
—Los copos de nieve son hermosos, y los deportes de invierno forman parte de la cultura de Estados Unidos y de muchos otros países. Dirijo un nuevo proyecto internacional llamado Experimento Mundial sobre Precipitaciones (GPEX). Una cuestión importante es la incertidumbre en la medición de las nevadas. Tenemos que desarrollar mejores instrumentos para medir las nevadas y mejorar los métodos de corrección de las mediciones.
¿Han disminuido las nevadas con respecto a años anteriores?
—Aunque la cantidad total de precipitaciones (como suma de las nevadas y las lluvias) no haya cambiado mucho en las últimas décadas, la cantidad relativa de nevadas sí ha disminuido. Para unos pocos años, es difícil sacar conclusiones significativas sobre la precipitación total o el cambio en las nevadas.
¿Qué factores contribuyen a la reducción de las nevadas?
—Las precipitaciones incluyen las lluvias y las nevadas. Que haya nevadas o precipitaciones depende de la temperatura del aire y, en menor medida, de la humedad relativa. Por lo tanto, con el calentamiento global solemos tener menos nevadas (y más precipitaciones).
¿Por qué el impacto del calentamiento futuro sobre el manto de nieve es tan importante desde una perspectiva socioeconómica?
—La disminución general del manto de nieve asociada al calentamiento futuro reducirá la disponibilidad de recursos hídricos para la primavera y principios del verano, lo que afectará tanto al ecosistema como a las actividades humanas.