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Ojo con estafadores en aplicaciones de citas románticas

La “explotación romántica” acecha también a los adultos mayores que ante la soledad, recurren a las aplicaciones de citas en línea para conocer a otras personas.

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La soledad se subraya como uno de los principales factores que conduce a los adultos mayores a buscar métodos para relacionarse amorosamente a través de servicios de citas en línea y redes sociales.

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Según la más reciente encuesta de Pew Research Center se estima que en los EEUU el 17% de la población 50+ (1 de cada 6) ha utilizado una aplicación de citas. De este informe se desprende que de los que han utilizado estos servicios, solo el 11% ha utilizado Tinder. Las personas 50+ prefieren Match más que Tinder.

“Los hombres mayores que han utilizado sitios de citas online se destacan al decir que han pagado para utilizarlos. Entre los usuarios, los hombres de entre 50 y 64 años tienen 13 puntos porcentuales más probabilidades que las mujeres de la misma edad de haber pagado por citas online”, explicó a Metro, Juan Carlos Pedreira, consultor de tecnología digital.

Como dato, ilustró que aproximadamente la mitad de las personas que se citan en línea de 50 años o más (47%) dicen haber encontrado a alguien que pensaban que estaba tratando de estafarlos.

De acuerdo con el consultor, por lo general la búsqueda de una víctima por parte del estafador comienza en una de las muchas plataformas de citas y han comenzado a apuntar a los sitios de citas más orientados étnicamente.

“Los estafadores suelen dirigirse a personas mayores, pobres, con menor nivel educativo y solteras. También analizan perfiles de citas y redes sociales para encontrar personas que idealizan las parejas y las relaciones románticas y que, por lo tanto, podrían ser más crédulos”, explicó el experto.

Asimismo, la doctora Carmen Delia Sánchez Salgado, directora de la Oficina del Procurador de las Personas de Edad Avanzada (OPPEA), confirmó a este diario que existe lo que se conoce como “explotación romántica”, que en Puerto Rico ha impactado “principalmente a varones quienes envían dinero a personas desconocidas de otros países”, que pudieron haber conocido a través de aplicaciones y otras redes geosociales.

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Estos casos son considerados como querellas de explotación financiera.

La explotación financiera se refiere al uso no autorizado o inapropiado de los activos económicos del adulto mayor a través de retiros irregulares o atípicos de transacciones de bancos, entre otros.

Según datos proporcionados por la OPPEA, para el año fiscal 2022-2023 se atendieron unas 1,500 querellas de explotación financiera contra los adultos mayores (65 años o más).

“En este último año han aumentado grandemente las querellas y aquí se están atendiendo querellas de familiares o de amistades cuando se dan cuenta que los viejitos dejan cosas sin pagar y están enviando dinero para otros lados. Lo más que podemos hacer en estos casos es orientarlos para hacerlos conscientes de que estos son esquemas de fraude”, detalló Sánchez Salgado, al señalar que activamente ofrecen charlas en égidas y en los centros de actividades de usos múltiples.

De acuerdo con la funcionaria, “comienzan con videollamadas amorosas y luego les quitan hasta las ATH. Particularmente las querellas han afectado más a varones que conocen a parejas de otros países y comienzan a enviar dinero”.

“Estamos trabajando en colaboración con una tienda por departamento que estaba recibiendo muchos casos de adultos mayores que enviaban dinero fuera de Puerto Rico. La explotación financiera es un delito y estos son esquemas de fraude que toman a los adultos mayores como víctimas porque son buena gente, le contestan las llamadas y porque están muy solos”, señaló la funcionaria.

Esquema de los estafadores:

Los estafadores más exitosos dedican mucho tiempo y esfuerzo a la etapa de preparación antes de involucrarse en un acto fraudulento real.

El estafador expresa entusiasmo por las personas o instituciones en las que la víctima puede confiar: redes de exalumnos, iglesias o conexiones con celebridades.

El estafador puede enviar un pequeño obsequio o flores a la víctima. A cambio, la víctima puede acceder a una solicitud de envío de una pequeña cantidad de dinero. Las investigaciones sugieren que cuando las personas cumplen con la primera solicitud, es más probable que cumplan con las solicitudes posteriores.

Se ha informado ampliamente sobre la extorsión de favores sexuales. Esto puede suceder cuando el perpetrador amenaza a la víctima con distribuir imágenes sexuales o mensajes íntimos obtenidos en la etapa de preparación. A veces, una estafa puede resultar en robo de identidad o participación involuntaria en lavado de dinero. En otros casos, las víctimas han sido utilizadas como mensajeros para el contrabando de drogas, dinero y otros bienes.

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