El cantante de country Toby Keith falleció el lunes a los 62 años, luego de que en 2021 fuera diagnosticado con cáncer de estómago.
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Keith anunció en la red social X en junio de 2022 que lo habían diagnosticado meses antes y que había sido sometido a cirugía, quimioterapia y radioterapia. Un año después declaró al periódico The Oklahoman que su tumor se había reducido en un tercio y que continuaba con la quimioterapia. También afirmó haber recibido un fármaco que ayuda al sistema inmune a destruir células cancerosas.
Alertas médicas
Su muerte ha suscitado nuevos llamados de los médicos para que se preste atención a los signos del cáncer de estómago, que incluyen ardor de estómago, reflujo ácido, anemia, náuseas, úlceras, dolor después de comer, pérdida repentina de peso o saciedad después de comer pequeñas cantidades.
“Muchas de estas cosas son relativamente inofensivas. Pero, por supuesto, con un cáncer, así es la forma en la que te atrapa”, explicó Fabian Johnston, jefe de oncología gastrointestinal en el hospital Johns Hopkins Medicine.
Johnston indicó que médicos y pacientes tienden a considerar inofensivos síntomas como el reflujo ácido, lo que puede retrasar el diagnóstico. Para cuando aparecen los malestares cancerígenos, muchos ya tienen la enfermedad avanzada, explicó.
Población diagnosticada
La Sociedad Estadounidense del Cáncer calcula que en 2024 se diagnosticarán casi 27,000 nuevos casos de cáncer de estómago, aunque la enfermedad sigue siendo relativamente rara: representa cerca del 1.5% de nuevos cánceres registrados en el país cada año.
La edad media de diagnóstico es de 68 años, y los hombres tienen un riesgo ligeramente superior.
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Las tasas globales de diagnóstico de cáncer de estómago han caído ligeramente en los últimos 10 años. Pero las tasas entre adultos menores de 50 están aumentando, por razones que no están claras.
“Hay algo que está ocurriendo —algo que comemos, que ingerimos, alguna combinación de factores modernos y actuales— que está provocando el aumento de estos cánceres en los jóvenes”, dijo Ben Schlechter, oncólogo gastrointestinal del Instituto Oncológico Dana-Farber de Boston.
Según Schlechter, el alcohol y el tabaco —que antes contribuían con frecuencia al cáncer de estómago— se asocian ahora a una minoría de casos en Estados Unidos, quizá porque la gente fuma menos.
Nuevos casos
En cambio, muchos casos nuevos se dan en personas con reflujo ácido crónico o infecciones por una bacteria llamada Helicobacter pylori, que puede causar inflamación en el estómago. Sin embargo, los científicos no han determinado con exactitud por qué algunas personas con esas afecciones padecen cáncer y la mayoría no.
Para muchos pacientes, ahora mismo “es una enfermedad de mala suerte”, precisó Schlechter. “Quizá haya una asociación con la infección por H. pylori. Quizá haya antecedentes de acidez o reflujo, pero normalmente no está tan claro”, explicó
Schlechter dijo que el cáncer de estómago es generalmente agresivo en comparación con otros tipos de la enfermedad.
“No significa que la gente muera de forma inminente, sino que las herramientas de que disponemos para curarlas son bastante limitadas”, precisó, “a la gente le va bastante bien en comparación con hace 15 años, pero apenas estamos al nivel de, por ejemplo, el cáncer de mama, donde la inmensa mayoría de la gente se cura con cirugía y quimioterapia y cosas así”.
Hasta el 95% de los cánceres de estómago en Estados Unidos son adenocarcinomas, que se originan en el revestimiento más interno del mismo. A partir de ahí, el cáncer puede extenderse a la pared del estómago, a su cuerpo o a los ganglios linfáticos.
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