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Monumental tarea de cuidar a los adultos mayores recae sobre las mujeres

Las responsabilidades de mantener una familia hace que muchas mujeres salgan a trabajar y dejen a los adultos mayores solos en su hogar o con cuidadores, y otras tantas tengan que abandonar su trabajo para dedicarse de lleno a cuidar de los adultos mayores.

Archivo La situación se agrava cuando el 86 % de los adultos mayores quiere envejecer en su casa.

Un reciente estudio comparativo del perfil de cuidador informal del adulto mayor entre Puerto Rico, México y Colombia (2023), reveló que tanto en la isla como en Latinoamérica el rostro del cuidador es y seguirá siendo la figura de la mujer.

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De acuerdo con el doctor Ángel Muñoz Alicea, de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, quien lideró el equipo de trabajo de dicho estudio, en América Latina y el Caribe (Puerto Rico), la población de adultos mayores es de 58.5 millones y continúa en aumento.

“En el último estudio que hicimos (2023) el 74 % de los que participaron son mujeres entre las edades de 47 a 51 años aproximadamente, son personas mayores que también tienen unas condiciones y situaciones que atender, y la verdad es que hasta ahora, hasta hace poco es que se viene a dar atención a la mujer que cuida, como dándole visibilidad a la mujer, y no únicamente porque son mujeres que cuidan, sino que también son mujeres trabajadoras, que tienen familia y están criando a un hijo o nietos, lo cual muestra que son cuidadoras de más de una generación. También se encargan de su vida profesional porque, por ejemplo, en el estudio encontramos que 6 de cada 10 tiene un ingreso a tiempo completo y es su ingreso principal, que no es que las mantienen como antes se pensaba. Que las cuidadoras eran personas que no trabajaban”, destacó Muñoz Alicea.

El reto principal es que independientemente si el cuidador o cuidadora trabaje o no, existe desgaste, agotamiento y está presente lo se conoce como el síndrome de ‘quemazón’.

“Así que muchos cuidadores intentan tener un espacio de respiro, que los releven, sobre todo cuando están criando solas o solos porque no hay familiares o los familiares se han desentendido. Los cuidadores recurren a programas de respiro, amas de llaves o la búsqueda de auxiliares en el hogar, que es el término que se está utilizando ahora para romper con la percepción de que las ‘amas de llave’ son mujeres que se encargan de la limpieza en el hogar”, explicó el experto.

En un mundo ideal lo mejor sería asignar un cuidador para suplir las necesidades particulares de la población de adultos mayores, pero no existe presupuesto “recurrente” para esto debido a la demanda en los municipios.

“Cuántos tenemos fondos, los fondos no son suficientes para la demanda que hay en los municipios, y sumado al problema de presupuesto, la mano de obra, que tenga el conocimiento básico para atender las condiciones o necesidades que hay en ese hogar. Qué tareas podemos permitir que esa persona haga con el adulto mayor”, abundó sobre la problemática social.

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La situación se agrava cuando el 86 % de los adultos mayores quiere envejecer en su casa, según datos que se desprenden de dicho estudio.

“Esto no es nuevo porque desde hace 15 años se viene diciendo que esto iba a pasar. Pero los gobiernos suelen atender los problemas cuando ya no les queda de otra. Actualmente la población de adultos mayores es de un 29.9 % en Puerto Rico, y se estima que para el 2030 sea 40 %, lo que implica que 4 de cada 10 personas, van a ser adultos mayores, y los otros seis serán, niños y personas con diversidad funcional que también van a necesitar a alguien que los cuide, y generalmente es una mujer. Aun con todas las campañas que se hacen, el rostro del cuidador sigue siendo de la mujer independientemente de la condición o la generación, pero también la población mayor es de mujeres, por lo que vamos a seguir viendo esto”, sostuvo Muñoz Alicea.

En ese aspecto coincidió Israel Morales portavoz de la Asociación de Alcaldes, quien sostiene que el Departamento de la Familia (DF) no tiene fondos recurrentes para cuidadores. “Los municipios examinan distintas propuestas federales y locales para hacer planes a seis meses porque no hay fondos recurrentes a largo plazo”, precisó.

¿Es difícil reclutar amas de llaves para programas de cuidado de adultos mayores en Puerto Rico?

La directora de la Administración de Familias y Niños (ADFAN), Glenda Gerena, aseguró que ofrecen servicios a 1,375 adultos mayores (a nivel isla) y emplean 1,250 auxiliares en el hogar.

“El reclutamiento es uno continuo que directamente lo hace la parte contratada (Cosall-Corporación de Servicios de Ama de Llaves). Ellos tienen un banco de recursos para atender las distintas oficinas regionales que comprende el DF”, indicó Gerena a este diario.

Según explicó, ellos se encargan de adiestrar al personal sobre el cuidado, condiciones de salud y manejo de pacientes encamados, entre otros.

“Estos servicios que ofrecen son con la intención de que los adultos puedan continuar en su mismo entorno familiar y comunitario, evitando que tenga que llegar hasta una institución u hogar de adultos mayores de larga duración”, señaló Gerena, al reiterar que el DF se mantiene buscando “alternativas proactivas porque los fondos no son recurrentes”.

Informó además que para el próximo presupuesto que comienza en julio “hemos pedido aumentar las partidas de los adultos mayores para cubrir todas esas necesidades. El DF ha delegado $5.3 millones a 53 municipios y 2 organizaciones como parte de los fondos [para esos fines]”.

Por su parte, la directora de la Oficina de Servicios a la Comunidad de Loíza, Betsaida López, explicó que el municipio cuenta con un banco de amas de llave, que se sustenta con diversas propuestas federales y locales como en muchos municipios.

Sin embargo, expone que la situación es más complicada en el sentido de que “en Loíza hay muchos adultos cuidando adultos y madres de más de 70 cuidando hijos con discapacidad”.

“Por ejemplo, las propuestas dicen que es para adultos mayores de 60 años, pero qué pasa si tiene un hijo menor con alguna discapacidad, esa persona también necesita un cuidador y se complica la necesidad de cuidado”, dijo López, al enfatizar que existen muchas necesidades particulares.

De igual forma, detalló que exhortan a los participantes a colaborar con el reclutamiento para poder asistir con las necesidades particulares.

Esto también para que el adulto mayor pueda sentirse a gusto y seguro con el cuidador “porque ese cuidador va a estar al menos cuatro horas con el adulto mayor, en su espacio, tocando sus cosas”.

Al menos en Loíza, el reclutamiento se realiza de manera “más efectiva”, porque la mayoría de los aspirantes llegan con la persona que van a cuidar, según explicó López.

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