Un estudio, publicado en el Journal of Cosmetic Dermatology, demostró que utilizar maquillaje para realizar entrenamientos podría dañar la piel a través de la irritación.
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Entrenamientos con maquillaje
“No se recomienda usar maquillaje en el gimnasio en términos de salud de la piel”, dijo Michele Green, dermatóloga cosmética certificada con sede en Nueva York.
“Cuando hacemos ejercicio, nuestros poros se abren y el cuerpo secreta sudor y toxinas. El maquillaje en la piel puede atrapar el sudor en los poros, provocando la obstrucción de los poros y brotes de acné”, le dijo la experta a Verywell.
Ella insiste en que hay alternativas para quienes quieran ir a entrenar con maquillaje: “Los parches para espinillas son una excelente opción para hacer ejercicio si deseas cubrir imperfecciones”, dijo Green.
Los autores del estudio determinaron que la base afecta la piel durante los entrenamientos, añadió el autor del estudio Sukho Lee, PhD, FACN, CPT, presidente asociado y profesor de salud y kinesiología en la Universidad Texas A&M en San Antonio.
Así fue el estudio
Los 20 hombres y las 23 mujeres fueron estudiados con sus diferentes texturas en la piel, su tipo de piel y su día a día, luego fueron interrogados sobre cómo preferían que el maquillaje se aplicara en la frente o en las mejillas.
Después, hicieron ejercicios moderados corriendo por 20 minutos y, tras los resultados, los investigadores encontraron una reducción del sebo en las áreas donde se había aplicado la base, en comparación con las áreas del rostro que no tenían maquillaje.
¿Qué es el sebo y cuál es su importancia?
“El sebo es una mezcla de lípidos producidos por la glándula sebácea, y la producción de sebo es esencial para que la piel se mantenga hidratada y se defienda contra cualquier agente infeccioso o ambiental. La piel debe mantener niveles normales de sebo para mantener la homeostasis, y la disminución del sebo puede provocar sequedad, picazón o descamación de la piel”, explica Verywell en su página web.
“Los gimnasios son cálidos y húmedos, lo que los convierte en el ambiente perfecto para que crezcan las bacterias que causan el acné”, explicó Green. “Estas bacterias pueden quedar atrapadas en los poros, provocando acné inflamatorio como pápulas, pústulas y quistes”.