DETROIT (AP) — Un horrible accidente en el que murieron seis colegialas de Oklahoma hace dos años, llevó a las autoridades viales estadounidenses a instar a los padres a que adviertan a los adolescentes sobre los riesgos de conducir tras consumir marihuana.
PUBLICIDAD
La presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), Jennifer Homendy, hizo el llamado a los padres el jueves, cuando su agencia publicó el informe final del choque, ocurrido el 22 de marzo de 2022, entre un pequeño auto Chevrolet Spark y un semirremolque que transportaba grava, en el pequeño poblado de Tishomingo.
Tras una investigación hecha por su personal, la junta determinó que el choque se debió a que la conductora, de 16 años, redujo la velocidad en una intersección y luego aceleró, pasando una señal de “alto” debido a que, probablemente, estaba afectada por el consumo reciente de marihuana y estaba distraída por el hecho de tener cinco pasajeras adolescentes en el auto, se lee en el informe de la NTSB.
En entrevista, Homendy dijo también que el problema con el cannabis no se limita a los adolescentes. Dado que más estados han legalizado el uso recreativo de la marihuana, adolescentes y adultos tienden a subestimar los riesgos de conducir bajo su influencia.
“Existe la percepción de que, en los estados donde es legal, resulta seguro y legal conducir bajo la influencia de la marihuana”, dijo.
En su informe sobre el accidente, la NTSB menciona estudios que muestran que la marihuana reduce la coordinación motriz, retarda el tiempo de reacción y daña la percepción del tiempo y la distancia, todas las cuales son funciones críticas para conducir.
Actualmente, es legal que las personas de 21 años o más consuman marihuana de forma recreativa en 24 estados, además de Washington, D.C., de acuerdo con el Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras. Oklahoma no permite el uso recreativo pero, al igual que en la mayoría de los estados, es legal para fines médicos. Conducir bajo la influencia de la marihuana es ilegal en todos los estados y en Washington, D.C.