El artista y cantautor puertorriqueño Antonio Cabán Vale, conocido como “El Topo”, perdió la vida a sus 81 años. Entre sus conocidas piezas musicales se encuentra “Verde luz”, la cual es considerada uno de los temas más importante para el pueblo boricua.
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“El Topo” nació el 22 de noviembre de 1942 en el pueblo de Moca, escribió canciones, poesías y fue maestro.
“Habíamos pasado un día familiar y fuimos hasta al sepelio de mi tío paterno, don Cosme Vale. Mi papá no iba a Moca hacía más de tres años. Tuvimos un día normal hasta comimos en el camino. Fuimos también con mi hermana y hasta nos detuvimos en Guajataca. Él se sentía muy bien, lo bajé de la guagua al llegar a casa y se acostó. Cuando salí del baño, entonces me di cuenta de que se estaba quedando sin aire. Llamé inmediatamente al sistema de emergencias 9-1-1 y en lo que llegaban los paramédicos le di respiración asistida. Los paramédicos me dijeron que aún tenía sus vitales. Me trasladé con él en la ambulancia al hospital Pavía en Hato Rey, donde cerca de las 9:00 de la noche [del martes] se me informó que ya no podían hacer nada más, papá falleció en mis brazos”, sostuvo en declaraciones escritas Adeán Cabán Butter, hijo del artista.
En febrero de 2021, Cabán Vale había sufrido un derrame cerebral, que lo dejó semi encamado por haber perdido la movilidad en el lado derecho del cuerpo y que afectó parcialmente su visión. “El Topo” fue paciente de condiciones cardíacas. Justo en 2011 lo sometieron a cuatro bypass en el hospital Cardivascular en Río Piedras, teniendo posteriormente complicaciones”.
“Mi agradecimiento a todas las personas que se han comunicado, principalmente a los medios. Todo pasó muy rápido. Aunque mi papá tenía sus condiciones médicas de cuidado, en los últimos meses se hallaba estable”, subrayó Adeán.
Biografía de “El Topo” de la autoría de la Fundación Nacional para la Cultura Popular:
En el humilde pueblo de Moca, ubicado en el área oeste de Puerto Rico, fue donde pasó su infancia, despertando en él una profunda inclinación a la reflexión y la meditación.
En 1961 se traslada a Río Piedras para realizar estudios en la Universidad de Puerto Rico, donde inició así una nueva etapa en su vida. Durante estos años, Antonio vivió todas las tragedias que cualquier estudiante de pueblo pequeño podía encontrar en una universidad grande. Es también en la Universidad donde fue bautizado con el mote de “El Topo”, con el cual se dio a conocer en el medio artístico.
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Durante sus años universitarios comenzó a publicar algunos de sus poemas en la revista “Guajana”; publicación que presentaba las obras de los jóvenes más destacados dentro del quehacer poético.
En 1966 recibió el grado de Bachiller en Artes y Ciencias Sociales luego se despempeñó como maestro en la escuela pública por espacio de dos años.
Es en medio del quehacer didáctico que Antonio siente la inquietud de llegar a un número mayor de personas con sus versos. Ante lo limitado que resultaba la poesía como vehículo de expresión popular, al entrar en la década de 1970 comenzó a ponerle música a sus poemas. Muchas de las canciones fueron incluidas en el repertorio del grupo Taoné, el cual fundó y perteneció. Con ellos se fortalecieron las raíces de su experiencia musical, dando inicio su etapa como cantante.
En medio del apogeo de la nueva canción en Puerto Rico, el nombre de Antonio Cabán Vale adquirió una fuerza impresionante en el mundo de la música. La sencillez de sus versos conquistaron la audiencia al son de “Flor de amapola”, “Qué bonita luna”, “Los lirios del campo”, “Dónde vás María” y “Solina, Solina”. Su romántica “Canción de los amantes” contó con innumerables versiones. El número “Expresa lo que sientes” sirvió de tema a la campaña del Departamento de Servicios contra la Adicción (hoy D.E.S.C.A.). Y la denuncia política se alzó en su voz ante el grito de “Antonia” y el cantar del clásico “Canción del pueblo”.
Más aún, la danza “Verde luz” se consolidó como una de las máximas aportaciones del movimiento de la nueva canción al pentagrama popular de Borinquen. Con decenas de versiones entre las que se encuentran la de la argentina Ginamaría Hidalgo, esta composición de El Topo se considera junto al “Lamento borincano” y “En mi Viejo San Juan” uno de los himnos nacionales de Puerto Rico.
Con más de una veintena de grabaciones, la década de 1990 ha atestiguado el lanzamiento de producciones como “La patria va” y “Un metro de ternura”. En este último, del cual sobresalió el tema “Amante corazón”, contó con la producción y dirección musical del maestro dominicano Manuel Tejada, así como con la supervisión y selección de repertorio de Juan Luis Guerra.
Ha logrado además, publicar dos libros de poesía: “Un lugar fuera del tiempo”, en el cual a través del verso y la prosa nos lleva al barrio de la Caraima de Moca deleitándonos con experiencias de su infancia. En “Penúltima salida”, predomina una nota de angustia y de deseo de buscar caminos dentro de la ceguedad y confusión en que vivimos.
En un comentario sobre su arte, don Francisco Matos Paoli tuvo a bien señalar: “Siempre imprime altura poética a su producción. Eleva el poema a una cima trascendente. Está lleno de visiones, como Rimbaud. Evita el enlace lógico riguroso. No hay duda que es un heredero del surrealismo, pero también tiene pasaje de isla. Su capacidad ensoñadora es símbolo de todo poeta verdadero”.
El Topo se ha dedicado hasta el presente a renovar los géneros musicales nacionales de Puerto Rico. En la actualidad cuenta con la colaboración de un grupo de jóvenes músicos puertorriqueños que le acompañan en sus actividades, dirigidos por el joven Adeán Cabán. Este grupo criollo incluye el cuatro puertorriqueño, la guitarra, el güiro y otros elementos de percusión que le permiten llevar un sonido fresco y con sabor a pueblo. Su repertorio contiene diversos géneros criollos caribeños como la décima, la plena, la bomba, el son, el bolero y fusiones con los demás ritmos del Caribe como el reggae, el vallenato, la cumbia y el merengue. Incluye temas de amor, canciones a la tierra, jocosidades y otros de contenido histórico y cultural.
En 2001 a Cabán Vale le dedicaron la sexta edición de la Feria Internacional del Libro celebrada en el Coliseo Roberto Clemente de San Juan. Del mismo modo su composición, “Las manos del campo” fue utilizada como tema de una campaña de un producto comercial.
En el verano de 2004, “El Topo” volvió a incursionar en el mundo de las grabaciones con la producción “Inmensamente”.
Se nos fue la voz que le cantó a nuestra patria y convirtió nuestra luz en la más verde y esperanzadora. Adiós amado Topo. Tus canciones forjaron mi juventud. Hasta siempre a Antonio Cabán Vale. Saluda a Antonia, acá continuaremos cantando tu himno. 🇵🇷✊🏼
— Daisy Sánchez Collazo (@daisysanchezpr) July 24, 2024