Cuando recibí la noticia de que sería abuela, no sabía lo que me esperaba. Y no me refiero a aquel balde de agua fría cayendo encima de mi en medio de una reunión de trabajo, al momento de enterarme. Me refiero a que iban a existir ciertas cosas que cambiaría mi vida por completo y estoy segura que a muchos abuelos también.
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Mi columna de hoy, se la voy a dedicar al tema de varios retos emocionales que pueden haber vivido todos esos abuelos y abuelas jóvenes, y que aún así han demostrado su capacidad de madurar y premiar el tiempo.
En mi columna anterior contaba mi experiencia de ser abuela antes de los 40’s. La cantidad de abuelos jóvenes en Puerto Rico no tardaron en reaccionar y comentar, identificándose con la historia. Pero también leí comentarios, con vocabulario soez, emitiendo juicios y, por su puesto, están muy equivocados.
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¿Sabrán estas personas, por la situación que muchas de las madres jóvenes están pasado? ¿Realmente conocen la historia detrás de la historia? De seguro que no…
Son muchas las abuelas y abuelos jóvenes que he conocido con este proyecto, con grandes retos emocionales, económicos, profesionales y personales que fueron criadas en un ambiente de maltrato, drogas, con pocas oportunidades de crecimiento. Otras han sido violadas, tuvieron opciones de perder ese embarazo, de quedarse en la calle, vivir sin visión, sin expectativas, pero no.
Estas madres y padres jóvenes, aún con la inexperiencia, fueron capaces de dedicarse por completo a trabajar el bienestar absoluto de su familia, enfrentando situaciones para salir adelante.
Conozco profesionales que han asumido la custodia de sus nietos, ya sea porque el padre o madre de ese bebé no está en capacidad de criar, (sin juzgar), o que simplemente sea un acuerdo agradable para ayudar a que esa madre o padre siga estudiando o trabajando.
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Ese es otro de los grandes retos que podría enfrentar un abuelo ya sea joven o en edad mas madura; el querer o tener que asumir la crianza de sus nietos: invertir su tiempo en volver a criar.
Los abuelos buscan las energías y los recursos necesarios, para hacer con los nietos, todo lo que no supimos hacer con nuestros hijos, por las razones que fuera.
Volver a involucrarse en la crianza de los nietos, en cierta manera es una segunda oportunidad de vivir.
Pero, ¿hasta qué punto podemos llegar con querer aportar todo lo necesario para que nuestros nietos estén bien, sin que nuestros hijos vean que le quitamos autoridad?
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En la columna anterior comentamos sobre lazo inexplicable e inquebrantable que existe entre abuelos y nietos, que al momento de limitar la cercanía, o la comunicación entre ellos, podría ser casi mortal para ambas partes.
¿Sabes lo que siente un abuelo o un nieto cuando ambos están a la distancia? Esto es un gran reto emocional.
Esta columna expresa solo el punto de vista de su autor. NoreLiz LaTorre es actriz, productora y creadora del Concepto y proyecto #AbuelosJóvenes. Puede contactarla a través de norelizlatorrepr.com y su página de Facebook Noreliz LaTorreTV.
