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Maravillas de la Web: Sexo digital

Lea la Columna del profesor Rafael Matos

Amor Unsplash (sam thomas/Getty Images/iStockphoto)

La cibernética cada día promete nuevas maravillas, incluyendo modos de aliviar la soledad, tanto social, cultural como la amorosa.

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Ya hay asistentes robóticos para personas impedidas. Les velan el sueño al encamado, lleva registro de sus medicamentos, asiste en monitorear sus vitales y en un futuro próximo, transportará al paciente a sus citas médicas en vehículos autónomos.

Para asistencia cultural, se estima que exciten en la Gran Red más de mil millones de páginas con contenido de cultura, en más de 110 idiomas distintos.

En el orden de acompañamiento social, ya existen miles de apps para intercambiar amistad, renovar nexos familiares o explorar amoríos.

En ese sentido, cada día la tecnología transforma hasta nuestras vidas amorosas. Lo que comenzó como reunirse y coquetear a través de las pantallas y progresó a un momento sexy a través de Skype ahora está dando lugar a productos que prometen relaciones más felices y conexiones más significativas, o extrañas, dependiendo del punto de vista. Y es que la Web ha tocado hasta la intimidad humana a través de una interfaz digital.

A partir de aquí, solo se vuelve más sexy o más aterrador, dependiendo de su perspectiva. Los expertos predicen que las futuras generaciones se volverán juguetonas con la ayuda de gafas de realidad virtual, hologramas, trajes estimulantes y, sí, robots eróticos.

TECNO-SEXO – Muchos piensan que ya hay que tirar una la línea entre la conexión humana con la tecnología. Es decir, involucrar a la tecnología en nuestras vidas sexuales puede ser un cambio de juego glorioso para unos o muy extralimitado para otros. Sin embargo las aplicaciones y dispositivos para juegos eróticos digitales parecen ser cada vez más convencionales.

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Muchos innovadores de la Web opinan que los juguetes sexuales cibernéticas no son solo entretenimiento adulto, sino un nuevo estilo de vida, como era antes irse a la cama y para revisar su Facebook, Instagram y Twitter. Existen ya aditamentos en forma de un juguete sexual bastante estándar y una aplicación que se conecta al aparato. Una persona usa el juguete en su cuerpo y un compañero puede controlarlo desde la misma habitación o desde miles de millas de distancia.

Por ejemplo, los juguetes sexuales controlados a distancia no son nuevos, pero cada vez son diseñados para requerir más interacción humana. Es decir, lograr sustituir lo mecánico y la distancia por mayor envolvimiento emocional de los usuarios. La tendencia es normalizar la intervención de la tecnología en todos los aspectos de la vida sexual humana, pero no como un quehacer mecánico, sino que haya sentimientos en el rejuego electrónico.

MORALIDAD – Las tecnologías de juego erótico no son para todo los cibernautas. Habrá quienes le ven hasta decadencia o deterioro moral. Hay casos particulares, no obstante, para los cuales tiene su utilidad, su razón práctica. Un soldado en el extranjero que quiere conectarse de alguna manera íntima con su pareja o su esposa le ve buen uso al erotismo cibernético. Consideran que es una manera para mantener viva su intimidad, a pesar de las distancias, el alejamiento físico y falta de contacto real.

Otros, incluso, arguyen que el uso de objetos electrónicos para el rejuego del amor físico –incluyendo el uso de robots sexuales– es un tipo de sexo seguro y aunque poco natural, al menos pecaminoso que las visitas a un prostíbulo. Cada cual tiene su teoría sobre este nuevo fenómeno de la vida digital en el siglo 21.

Hay científicos sociales que le ven otras ventajas. Estudiosos del futuro del sexo y la tecnología como Laura Berman, autora y experta en relaciones humanas, considera que durante las próximas décadas habrá menos enfermedades de transmisión sexual y embarazos no planificados.

“¡El sexo virtual es el sexo más seguro!”, dice la doctora Berman, en sus escritos.

Predice que tendremos trajes estimulantes que podrían mejorar dramáticamente la vida sexual de las personas con discapacidad y que para las personas con fetiches particulares habrá robots sexuales que están preparados para cualquier aventura amorosa. Por supuesto, grupos morales y religiosos consideran que tener relaciones sexuales con robots es realmente depravado y nada natural.

Sin embargo, ya las nuevas tendencias en el amor cibernética están en plena evolución. Lo que solía ser sexo por vía telefónica ahora es sexo virtual, literalmente, y no solo sexo virtual simulado, sino sexo virtual activo e interactivo.

Pero las noticias no son todas buenas. Berman también advirtió contra lo que ella llama “el lado oscuro” del sexo de alta tecnología.

“Habrá personas que casi prefieren la tecnología al desorden de las emociones reales, las complicaciones de una relación humana”, dijo. “Y esas personas en realidad podrían volverse más aisladas”.

También hay muchas cosas que no podemos predecir. Al igual que las generaciones futuras, los verdaderos “nativos digitales” podrían redefinir el papel de la tecnología en la sexualidad de maneras más creativas que los de las generaciones anteriores, los boomers, con sus besitos hurtados en el cine oscuro, o las juguetonas intimidades la noche del senior prom.

Esta columna expresa solo el punto de vista de su autor. Rafael Matos es periodista y profesor de multimedios. Puedes contactarlo a través de cccrafael@gmail.com.

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