Todo en la Internet y en la gran red informática funciona con algoritmos. Son como bolas de cristal digitales que le dicen a las computadoras que es lo próximo que deben hacer cuando reciben un comando operacional.
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Algoritmo es básicamente un proceso de lógica funcional que viene insertado como un carimbo dentro de cada cerebro electrónico. Es decir, es la parte racional de la inteligencia artificial que hay dentro de todas las máquinas conectadas a la Web.
Los algoritmos ayudan a los cibernautas a decidir con rapidez cuál información buscar sobre un tema, cuál noticia debemos leer, donde buscar los datos que necesitamos para tal o cual tarea o navegación virtual.
En esencia son miles y miles de pequeñas programaciones en lenguaje binario que le dicen a los computadoras como pensar sensatamente y asistir con data a los navegantes de la Internet.
LÓGICA – Cada vez que nos conectamos a la Internet, activamos automáticamente el gran poder decisional de los algoritmos. La lógica algorítmica de inmediato le dice al cerebro de la computadora que es lo que queremos hacer, cómo hacerlo con la mayor eficiencia y hacia donde dirigirnos dentro de la enormidad del ciberespacio. Como bolas de cristal de las pitonisas, analizan nuestras intenciones y nos llevan al futuro virtual más cercano para complacer nuestras necesidades digitales.
Por ejemplo, si buscamos un buen hotel en el sur de Italia para un viaje post pandemia, allá en el 2021, le damos al buscador las palabras claves y el algoritmo del search engine o de la aplicación, se encarga de los demás.
Realiza un vasto ejercicio de análisis de datos, confirma nuestras preferencias y averigua los hoteles disponibles de acuerdo con los criterios esbozados, fechas de disponibilidad, distancias, costos, pasajes y cuales boletos de avión, tren o autobús son más prácticos para el viaje. Todo en cuestión de segundos.
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REDES – Twitter utiliza algoritmos para examinar los temas de tendencias y las principales causas sociales activas dentro de su plataforma. Facebook los usa para descubrir qué páginas personales están de moda y LinkedIn para ayudar a conectar profesionales con intereses similares dentro de su inmensa base de datos de profesionales.
En otras palabras, el mandato de un algoritmo es hacer un razonamiento sistemático, una categorización y una indexación de lo que hacemos, almacenamos o recuperamos en la Web.
En términos políticos, dada la información adecuada, los algoritmos pueden ayudar a un candidato a pronosticar la conducta de los votantes en una base de distrito definida con variables como la edad, el origen étnico, el comportamiento electoral pasado o las actitudes sociales actuales. En el comercio, los algoritmos pueden ayudar a un comerciante a anticipar las reacciones de los consumidores a un nuevo producto, según la tradición cultural, las actitudes del comprador y las necesidades históricas de un grupo social determinado.
RAZONAR – Dicho de una manera aún más mundanal, los algoritmos pueden decirle razonablemente a una persona lo que podría suceder bajo ciertas circunstancias virtuales.
Es decir, si el perro de una persona se enferma, informa sobre cuales medidas lógicas realizar rápidamente.
El algoritmo puede ayudar al dueño de la mascota a decidir si llevar al perro a un veterinario o dejar que el perro muera. Puede ir a un veterinario cercano o salir lejos de la ciudad. Si el consultorio del médico está cerrado, ¿cuál es el siguiente paso. ¿Qué pasa si el dinero para pagar el medicamento para curar al perro no está disponible? ¿Se debe cargar al perro al veterinario o hacer que camine? Las variables son infinitas y los algoritmos ayudan a analizarlas a la máxima velocidad y luego barajar los posibles caminos de acción.
MATEMATICA – Se trata de cálculo matemático hasta el infinito. Nuestros cerebros hacen lo mismo a través de nuestras neuronas, ya que clasifican la realidad, la experiencia, los recuerdos y las actitudes para así descubrir lo que debemos hacer a continuación para resolver algún problema personal.
Obviamente, el uso de algoritmos para seguridad, espionaje y operaciones militares también es interminable, dependiendo de las mentes detrás de las propuestas.
Esto es tan básico como se pone. Por lo tanto, tenga en cuenta esta tecnología porque los maravillosos algoritmos son el cerebro lógico de todo lo que hay en la Web.
El autor es periodista y profesor de multimedios. Puede contactarlo en cccrafael@gmail.com