El estrés es la respuesta física, emocional y mental a un cambio, sea este bueno o malo. Cierta tensión o estrés es parte integral y hasta vital de nuestra vida diaria. Sin embargo, cuando el estrés es en exceso y perturba el equilibrio de los adultos mayores, ya sea por razones de preocupación, pérdida de ingreso, coraje, frustración y desesperanza como persona, el mismo afecta su salud. Este tipo de estrés se llama estrés negativo.
¿Qué podemos hacer para combatir el estrés negativo?
- Reconocer que no existe una receta mágica para manejar el estrés.
- Distribuir el tiempo de forma que separe espacio de la agenda diaria para hacer cosas que te hagan feliz.
- Organizar los pensamientos. Cuando sientas una emoción negativa, pregúntate por qué te sientes así y trata de comprenderte.
- Practica la reestructuración cognitiva. Es decir, identifica los pensamientos irracionales y negativos y modifica el modo y la valoración de ver las cosas.
- Utiliza la distracción para controlar el miedo, el estrés y la ansiedad. Habla de diversos temas, crea objetos, emprende un viaje utilizando la internet, integra los juegos de mesa, realiza los sudokus y buscapalabras.
- Mantente activo en tu ámbito familiar y comunitario.
- Aprende algo nuevo; por ejemplo aprende un idioma, una canción y una manualidad.
- Visita a un profesional de la conducta.
A partir de ahora, no inundes tu mente con pensamientos negativos. Todas las noches realiza visualizaciones positiva antes de dormir.
No te canses de visualizar lo positivo. De hecho, es lo mismo que ocurre con los mensajes publicitarios: se repiten una y otra vez porque así son más eficaces para cambiar las creencias, emociones y conductas, de quienes los reciben.
Recuerda hoy es un gran día y mañana será uno mejor.
La autora es educadora en salud comunal, trabajadora social, gerontóloga, coach ejecutiva organizacional y profesora universitaria. Para más información puede escribir a dra.santiagoorria@gmail.com
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